Mamma mía!

 
 Disco & Love                                                                                                
  

 Cosa extraña, mi amigo A. quería ver Mamma mía! y eso era, para mí, una buena señal cinéfila. Porque mi propósito de verla consistía en:
 
 1.- hace siglos que no voy al cine (tenía mono de cine por tanto)
 2.- necesitaba ver una peli animada (qué mejor que un musical)
 3.- mi amiga A. ya la había visto y veía que se convertía en otra peli sin (una peli que merecía ver en el cine, osea pagar por)
 
 Mi amigo A. no coincidía en ninguno de esos puntos sino que consideraba, dentro de sus gustos cinéfilos claramente indies y orientalizantes, que era una peli que merecía la pena ver en el cine. Eso sí, en el Avenidas, en V.O.S. Porque en lo que sí coincidimos es en nuestra no afiliación a la música disco ni especial pedilección por pantalones campanas, plataformas y Donna Summer (aquí la versión europea con Abba).
 
 ¿me gusta el grupo Abba? Sí, sus canciones son alegres, pegadizas, me recuerdan a mi infancia cuando oía el Chiquitita y forman parte de la época dorada de Eurovisión. Pero no me sé muchas canciones y menos aún las letras (sólo la de Waterloo para ver por qué diantres nombraban que at Napoleón did surrender).
 
 Además siempre lo consideré un grupo muy europeo pero cuando montaron el musical me di cuenta del tirón que tenía a nivel mundial y en especial en Estados Unidos, de donde, como no podía ser menos, ha salido esta película. En realidad ha salido de Rita Wilson, la mujer de Tom hanks, que se apunta a cada boda griega por aquello de su ascendencia.
 
 Y sí, la película logra animarte, entretenerte y zambullirte en una alegoría del amor en la madurez, de recuperar el amor (y los ritmos) perdido. El mensaje está muy claro y sobre todo a quién va dirigido: eres una mujer y debes salir adelante, tú eres la dancing queen, no lo olvides y por mucha soledad o ruina económica que tengas, no debes dejar de sonreír. Por que de eso se encaragará el trío la la la de esta película tan <femenina> feminista.
 
 Estoy siendo muy injusta porque entre el marujoneo del trío hay una mujer, una actriz que brilla con luz propia. Es la incomparable e incombustible Meryl Streep. ¿Qué tiene qué demostrar a estas alturas? Después de hablar con acento polaco, danés, francés, ser heroína romántica, madre sufridora, amante lesbiana, o una mujer norteamericana de clase media. No es una novedad verla participar en comedias, involucrarse en su trama más que participar, ni verla desmelenarse. Pero aquí asue un riesgo más: canta y baila. Sí canta con su propia voz y en mi opinión no lo hace mal. Lo de bailar ya es aparte. No es que lo haga mal es quesencillamente se contonea, se dobla y se retuerce como de goma. Espectacular la escena del salto en la cama (lástima que el resto de cincuentonas se contenten con mover los pies al ritmo del dancing queen cuando en sus casas quieran animarse).
 
 Su vitalidad es tan arrolladora que se come a la jovncita que hace de actriz y al trío calavera que pasaba por allí. Pierce Brosnan, demejorado como gusta lucirse ahora, taambién canta con su voz y demuestra la simpatía que muchos le negaron durante años.
 
 Y todo ello adornado por las cintas azules del mar Mediterráneo y blancas de calas pintorescas que envuelven este exaltado que no vibrante musical. Porque la trama no sólo es simplona sino ramplona ya que la película tarda en arrancar.
 
 Pero centrándome en el aspecto musical, me pregunto si al resto le pasa como a mí, sobre todos a los muy fan de estos musicales que por fin han llegado a nuestras tierras. Cuando ya sabes de qué van las canciones, ¿no "juegas" a adivinar qué próxima canción saldrá? y sobre todo, ¿según las escenas no te adelantas y te dices "ahora cantarán esta"?. Como en la escena de las deudas, que "pegaba" ‘Money, Money’. Y claro, la cantan. Yo no soy aficionada a los musicales. Me refiero a estos ue se han puesto de moda. Sólo fui a uno, a rastras, el de Mecano y me pasé todo el tiempo adelantándome a las canciones que venían. Será que estoy acostumbrada a los musicales de Hollywood de antaño y que no sé qué canción venía con lo que presto atención a la trama y me dejo llevar por los pasos y bailes.
 
 Esta película, en definitica, la veo en la línea de Hairspray que es muy reciente. Ambas son coloristas y preciosistas, es cierto que te hacen mover en la butaca del cine (me imagino que más en tu propia casa) pero resultan demasiado chillonas y horteras. Desde luego el musical de hoy día nada que ver con el encanto y el refinamiento de antaño, pero incluso alejándonos del lujo de los años 40, llegaríamos a la juventud obrera neoyorquina de West Side Story, donde también hay encanto, entre tanta algarabía. Y tal vez el refinamiento se halle más en los pasos, en la coreografía. La de Mamma mía, no parecía estar hecha por bailarines (me refiero a los coros que secundan a los actores que en realidad sí son bailarines). La clave está en entusiasmar a un público que luego bailará igual esas canciones tal y como la han visto. Y yo, que no sé bailar, no quiero aprender pasos de baile, quiero disfrutar y soñar con el baile.
 
 Lo mejor: el enclave, la puesta en escena, la fotografía y sobre todo Meryl Streep.
 
 Lo peor: en ocasiones bastante barriobajero. 
 

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